Una tarde se dio.
Tuvimos que esperar 126 años, desde la creación de la AFA, para que la pelota del fútbol femenino con características profesionales, comience a rodar por primera vez en Argentina. Tras la lucha de un colectivo de mujeres, entre ellas, jugadoras; ex jugadoras; dirigentes; árbitros y entrenadoras, que no soltaron las riendas de sus convicciones, para que por fin, un dia antes de la primavera, el viernes 20 de septiembre, en La Plata, a las 19 hrs, empezó el torneo de primera división femenino. Aunque la iniciativa de los contratos fuera por la Asociación de fútbol argentino y otorgaran solo 8 contratos profesionales, esto no quitó que muchas jugadoras se olviden de su sueño, de disputar un partido, o simplemente de formar parte de un plantel “profesional”. El sorteo determinó que el primer partido sea Villa San Carlos contra Rosario Central, por un lado, unos de los equipos más fuertes de La Plata y por el otro, el equipo del interior, que superó ampliamente a todos en la Liga Rosarina y que con un pedido, hace más de un año, para formar parte de primera, pudo lograrlo. Tal vez sea una paradoja, que en el estadio del segundo club más antiguo del fútbol argentino masculino, se haya jugado el primer partido profesional femenino, en 2019. El Juan Carmelo Zerillo quedó en la historia. La gente solo estaba en la platea, no había murmullos, hasta que por el túnel del estadio, salieron los equipos. Inmediatamente, gritos y papeles, ambientaron el partido. Las jugadoras se saludaron y se sacaron la foto, Villa San Carlos, lanzó una bandera blanca, que decía “Gracias” en alusión a todo el camino que tuvieron, para presentarse ese día a jugar. Ni bien se dio el pitazo inicial, Rosario sorprendió con su presión extrema y eso le valió, para que en el atardecer platense, Selena Chamorra marcó el principio de una era y adelantó a su equipo en el marcador a los 2 minutos de juego, en lo que fue un partido de espectáculo. Villa San Carlos estaba dormido, sin responder. Cuando los visitantes parecían más, la 9 local, Braga, bajaba hasta la mitad de cancha a tener la pelota en los pies y abrir el juego con sus compañeras laterales, Montiel y Matas, y también con la wines, izquierda y derecha, Alcober y Plazzotta, como una especie de 5 ofensiva, que se dedica a eso. La pelota con la que se estaba jugando se desinfló y hubo un cambio. A los 14 minutos, llegó el gol local, Agustina Aguilera abrió la aventura de Villa San Carlos y enfureció una parte de la platea y de la tribuna que da a la calle 60, que tenía algunos aficionados locales. Algo que sorprendió en ese momento, fue la tranquilidad que demostraban los dos equipos, no había pelotas a dividir, ni despejar a cualquier lado y que sea lo que sea. Sino al contrario, los equipos se dedicaban a jugar, la pelota en la superficie, nada de aire, ni de cabezazos sin destinos Después del gol, fueron mejores la villeras, jugaban, tocaban, Rosario no generó por momentos. Hasta que en el minuto 17, penal para San Carlos. Pudieron haberse ido al frente en el resultado. Alma Tulez, la 8, era una de las que más intentaba, se hizo cargo de patearlo y este fue malogrado por arriba del travesaño. No hubo reproches, estaban jugando bien. En cuanto al ambiente, la platea parecía Old Trafford, hinchas de las dos partes, que cantaban y alentaban continuamente y hasta daban indicaciones, al estilo DT. Ninguna pelea, ni voces malhumoradas entre las dos parcialidades. Las del interior, jugaban con sus laterales, subían en todos los ataques. A la media hora de juego, el tridente delantero de Central, se volvería letal, Erica Lonigro, convirtió su gol, tras un pase largo a correr de la 11, ella metió el enganche y le pegó desde afuera del área, la pelota fue al ángulo, inatajable para Alberti. El partido ya había generado bastante desgaste para ambas conjuntos, Rosario había sufrido algunos golpes y Villa San Carlos, intentó mucho y hasta emparejó a su rival en jugadas y en la tenencia de la pelota. El cotejo estaba en un frezzer. Los dos equipos se fueron al descanso a preparar la segunda parte. Los primeros 20 minutos del segundo tiempo, se convirtió en un ida y vuelta, las de Berisso, tuvieron para meter un gol y empatar el partido, pero estaban perdidas. Rosario Central empezó a demostrar que tiene para pelear el campeonato y estaban más cerca del tercer gol, que de cuidar el resultado. Las delanteras, Erica Lonigro, Paola Del Pórtico y Brisa Cortes, empezaron a dar la actuación del segundo tiempo, generaron estragos a las locales, precisamente en la defensa; jugaban entre ellas; no necesitaban más; eran solo ellas en ataque. A los 23 minutos, Aguilera con opción de pase, pierde una pelota fácil en defensa, la que se ocupó de presionar fue Chamorra, que se acercó hasta un costado del área, lanzó un centro empalado y la encargada otra vez de anotar fue Lonigro, que ya se coronaba como goleadora de la tarde/noche de La Plata. De ahí en adelante, Rosario apabulló y le arruinó lo que en partes del primer tiempo, pudo haber sido una victoria momentánea de Villa San Carlos, que para los 27 del segundo tiempo, no hacía 3 pases seguidos. Agotadas las locales jugaron por inercia y con la garra de ser la primera presentación del club en la era profesional. Pasaron 8 minutos para que Rosario volviera a imponerse en el tanteador, pase filtrado, entre líneas para Brisa Cortes que recepcionó, dejó picar la pelota, le pegó casi sin girar y sorprendió nuevamente a Alberti, que por mala suerte no pudo tocar la pelota, para controlar, ni desviar el recorrido. Las del interior ganaban 4 a 1, en una primera actuación, sin dudas, de profesionalismo y de superioridad. Minutos después González, la 10 local, tuvo una oportunidad de descontar pero llegó exigida y mandó la pelota por arriba del travesaño, tras un centro, que picó y se metió al área, de la central Aguilera. A pesar del cansancio notorio San Carlos tuvo varias oportunidades de meter más de un gol, durante todo el partido, con jugadas colectivas e individuales, pero sin ser determinante. Faltaba un gol, para que las Canallas ganen definitivamente, a los 35, estuvo a cargo nuevamente, por Cortes, después de otra corrida por la banda de Chamorra, metió el centro y esperó la 10, en el punto penal y sin marca. Pegó de derecha, estilo tijera, y tambien al estilo Alex Morgan. Esta vez no sería todo de ella, ya que la pelota se le terminó escapando de las manos a la arquera local, que no pudo retener. El partido finalizó por 5 a 1, obteniendo los primeros 3 puntos de la historia, Rosario Central. A pesar de que fue una fatídica derrota, para las locales, mostraron optimismo cuando se juntaron en grupo y en ronda se escucharon palabras de aliento para todas. Esta vez, poco y nada importó el resultado, solo estaba la satisfacción de haber terminado el primer partido de todas ellas y de las que también no pudieron jugar; ya habrá posibilidades y revanchas para revertir el resultado; faltan más partidos por jugarse; viajes que hacer y entrenamientos para mejorar. El viernes se festejó por la lucha de todas y todos los que formaron parte del camino para la profesionalización del fútbol femenino, que ya es un hecho. Una historia contada, que quedará para siempre.
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